Los habitantes de varias ciudades del país han atendido varios paros y bloqueos de conductores durante la semana pasada. Ellos exigen una baja del precio de los combustibles pidiendo que se disminuya de 23 lempiras el precio de un galón.

 

Este movimiento general no solo detiene Tegucigalpa sino el país entero ya que los habitantes que suelen tomar el bus para trabajar nunca alcanzaron su destinación final. En efecto, se vio a conductores bajando sus pasajeros en paradas de bus. Unos aún les amenazaron mientras otros se enfrentaban con las fuerzas de policía.

 

Todavía no llegó a un acuerdo el ministro de Transporte Público hondureño, Carlos Madero, con los representantes del sector. Sin embargo, se debe encontrar una solución rápidamente para que no sufre demasiado la economía del país. También, va aumentando el descontento general ya que se tuvo que suspender por ejemplo las actividades escolares nacionales por falta de transporte público.